Truchas de Casta y Bravura.

Esta aventura de pesca empezó, como muchas otras por el teléfono móvil, después de que un buen amigo me pusiera los dientes largos a través de las nuevas tecnologías ( WhatsApp ) mandándome fotos de algún que otro truchón y de la zona, me anime a conocer algunos ríos cerca de donde reside, que hasta ahora no había tenido la oportunidad de pescar quizás por lejanía, quizás por pereza, por falta de tiempo o simplemente porque a veces nos cuesta salir de lo que ya conocemos. Siempre que vas a un sitio nuevo que no conoces, tienes esos nervios de como se te dará, como te encontraras el río, los accesos, como ir por una orilla o por otra, los insectos que suelen salir por la zona, las costumbres de los peces etc..
Por todos estos factores y la distancia al lugar decidí irme el día de antes, y así investigar un poco la zona para no perder mucho tiempo al día siguiente y estar mas descansado para afrontar la jornada de pesca.
Nada mas llegar al sitio me quede maravillado por la belleza del lugar, el río, típico tramo medio de meseta, discurría lento, misterioso, entre arboles y praderas verdes mientras el sol se empezaba a esconder tras las montañas, lo que dio lugar a una preciosa puesta de sol, mientras alguna pintona se cebaba muy sutilmente.

A la mañana siguiente el sol despertó vigoroso, el amanecer pasó fugazmente dando paso a una mañana de verano con temperaturas demasiado altas para esta época que me hacia presagiar lo peor, sin ninguna actividad por el momento, empece a pescar al agua río arriba cuando una sutil cebada bajo unas ramas llamo mi atención, coloque mi imitación de betido por encima de la postura y la mosca comenzó a derivar corriente abajo, de repente una rápida subida que no me esperaba toma mi mosca, tiro y no logro clavarla, por lo menos hay algo de movimiento y no pierdo la fe. Cambio de sitio, el sol esta ya muy alto, busco un zona con mas vegetación en la orillas.  Mientras observo en una nueva tabla veo otra cebada, esta vez parece una trucha bastante grande, de repente veo bajando por la corriente un brillo como si  un diamante bajara flotando sobre la película de la superficie del agua, lo sigo con la mirada mientras deriva hasta que llega a la altura de la trucha, la cual emerge súbitamente y la devora.

Busco en mi caja de moscas alguna imitación que tenga las alas de gallo gris claro para conseguir el mismo efecto que en las naturales, controlando los nervios todo lo que puedo, la coloco al otro lado del bajo y me meto en el río sigilosamente, procurando no hacer ninguna onda que pueda asustar la trucha, empiezo a lanzar de manera delicada, intentando no ponerle la linea ni el bajo encima, la mosca empieza a derivar correctamente, la luz del sol hace que brille igual que las naturales, cuando llega su altura me preparo, pero una turbulencia bajo la mosca sin llegar a tomarla, me advierte de que no va a ser tan fácil engañarla y entonces la eterna pregunta... ¿ sera el hilo ?... ¿ sera la mosca ?.
 Decido esperar, observando su postura para ver si se vuelve a cebar antes de volver a lanzar la mosca, la suerte me sonríe y derivando por el agua corriente abajo viene hacia mi uno de esos insectos, el cual puedo observar perfectamente con todo lujo de detalles, los colores son muy parecidos y el tamaño también, pero hay una gran diferencia en mi montaje, es el de un insecto adulto y estos bajan muertos o en Spent, sin mas dilación le quito el hackle a la mosca como puedo y le abro las alas, sabiendo que seguramente después de uno o dos lances se hundirá..
Mientras pienso todo esto y tuneo mi mosca, por el rabillo del ojo observo que la trucha se ha vuelto a cebar en el mismo sitio, respirando hondo lanzo suavemente un metro mas o menos sobre su postura, en ese  momento el tiempo se para mientras la mosca deriva río abajo y la trucha hace acto de presencia, confiada, saca su cabeza y engulle el falso insecto para mi deleite, espero un momento, clavo, entonces noto al otro lado bruscos cabezazos y como una locomotora empieza a buscar refugio entre las algas del fondo,  ademas de todo lo que encuentra a su paso, esto me hace seguirla por el río puntero abajo para que no me enrede el hilo y me parta  poniendo mi corazón en un puño, es una trucha de buen porte y muy luchadora, no se entregara fácilmente, así que vuelvo a respirar hondo e intento controlarla sin forzar demasiado, la trucha quiere zafarse como sea y empieza a saltar y a agitarse muy bruscamente poniéndose cabeza abajo para intentar partir el hilo con su gran cola a fuerza de golpes, rápidamente pongo caña lateral para evitar el desastre y al poco tiempo esta empieza a dar síntomas de cansancio. Hasta ahora ha sido una pelea muy intensa y violenta, que me recuerda mucho a los grandes reos asturianos, ahora mas suavemente la canso todo lo que puedo para poder meterla en la sacadera sin sobresaltos, tras un par de minutos trabajándola con incertidumbre consigo acercarla y meterla en la sacadera, por dentro me inunda una sensación de paz y tranquilidad, ahora puedo observarla bien, contemplar su belleza después de haber disfrutado del regalo de un gran combate de poder a poder lleno de adrenalina.

Es una trucha preciosa de espectacular librea, fuerte y bien formada, con una gran mancha tornasolada en la agalla que denota una genética pura, con la barriga blanca como la nieve, el lomo dorado por el sol y un semblante que nos recuerda su casta y bravura.

Este pez, para mi merece todos mis respetos, creo que me puedo considerar afortunado de poder vivir momentos de este tipo y disfrutar de capturas como esta, sin hacer daño, pero sobre todo siendo condescendiente con ellos, ya que sin estos el ejercicio de la pesca no tendría ningún sentido.

Alguien mucho mas viejo y mas sabio que yo, cuando tan solo era un chaval me dijo:
Los pescadores vamos al río a hacer lo que nos gusta, a divertirnos, a coger peces y a disfrutar de sus peleas. Pero estos peces, luchan por su vida, por seguir en su casa, en su hogar, cuando son capaces de escaparse de nuestros anzuelos, vuelven a el, pero cuando no lo logran, en ese momento, su vida esta en tus manos, y amigo mio, en este mundo no hay nada mejor que regalar vida, eso si que no esta al alcance de cualquiera...

Moraleja : CAPTURA Y SUELTA.

J. Peña.