jueves, 17 de mayo de 2012

Bambú y Truchas

A veces en esto de la pesca a mosca uno se pone romántico y......




Las truchas brillan como lingotes de oro sobre el el lecho del río
........ necesita algo distinto tomarse las jornadas de otra manera, buscar otras sensaciones, pescar mas tranquilo y relajado, disfrutar el momento y a la vez hacerlo de una manera mas tradicional y natural usando materiales nobles como el bambú y las sedas, recordando un poco lo que debían sentir nuestros antepasados cuando pescaban a mosca, en esos momentos siempre me viene a la mente las imágenes provocadas por la lectura de algún  libro de Vincent Marinaro contando esas maravillosas historias de sus ríos calizos típicos de la zona donde solía pescar habitualmente.
 En ese momento me siento un poco como el y todo empieza a verse en blanco  negro, menos las truchas que brillan como lingotes de oro sobre el lecho del río.

Es indescriptible la sensación de pescar con este tipo de cañas a mosca seca, mas si las truchas son de un tamaño mas que aceptable, es entonces cuando mas apreciaremos el poder y la magia del bambú.
Lanzar con ellas es todo un placer para nuestros sentidos, es increíble como transmiten toda su energía al bajo estirándolo de esa manera tan especial y sutil, que solo el bambú es capaz de conseguir.


Bambú 6,6´ # 3 & Trucha Alcarreña

Pero no todo termina ahí, lo mas alucinante es ver como se comportan estas cañas cuando tenemos un pez clavado.
Desde el momento de la clavada hasta su captura la caña cambia totalmente su comportamiento a lo que estamos notando cuando lanzamos con ella, en ese momento se vuelve eléctrica y poderosa, empiezas a sentir cada movimiento, cada cabeceo, cada giro, como dice un buen amigo, casi puedes notar hasta la respiración del pez durante la pelea.

Bambú & Trucha Castellana
Creo que una buena comparación a pescar con estas cañas y los nuevos grafitos, seria la de conducir un coche clásico robusto, fiable, con las ventanillas bajadas y el pelo al viento ( los que lo tengan... ), a una velocidad en la que te da tiempo a apreciar todos los detalles de lo que te rodea.
 Esto te transmite  una sensación de paz y tranquilidad, que hace que cambies hasta tu animo para entrar en una especie de estado zen, solo provocado por la magia del bambú que te hace volver a tiempos pasados y olvidarnos por unos instantes del ritmo de este loco mundo en el que vivimos cada día. Sin importarnos mas que disfrutar de estos maravillosos momentos en paz y armonía con el medio que nos rodea, que tantas alegrías y satisfacciones nos produce.


Valga este pequeño texto como homenaje para todos aquellos enamorados del bambú que hacen que estas cañas nunca pasen de moda y se mantengan durante el paso de los años como lo que son un verdadero clásico, cada una con su propia personalidad y acción única.

J. Peña

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