Hay épocas del año en que ciertas imitaciones de insectos, provocan en los barbos una especial atracción y se vuelven prácticamente irresistibles para ellos. Este es el caso de los grillos, que en los meses de mas calor es cuando se vuelven mas activos. Seguro que en esos momentos mas de uno de estos insectos caerá al agua por causas ajenas a el, siendo presa de los barbos, que ni mucho menos desaprovecharan una oportunidad como esta de ingerir una buena dosis de vitaminas.
Barbos y Grillos / Barbel & Cricket |
Para mi, pescar con estas imitaciones es todo un placer para mis sentidos, ademas de una ventaja, ya que debido a su tamaño, unos 3 cm de largo, podremos atar a ella un hilo de un calibre generoso, ganando así puntos de confianza a la hora de pelear estos colosos.
La mayoría de los barbos triplican su agresividad a la hora de tomar estos insectos en algunos casos generando un gran ataque contra el, golpeándolo con la cola como para matarlo o atontarlo, volviendo a por el, segundos después para engullirlo.
Otra ventaja de esta imitación es su flotabilidad, ya que al estar montada en un 90% con foam o goma eva, se hace prácticamente insumergible, ademas al ser un insecto de tamaño generoso, también tendremos una buena visibilidad de nuestra mosca, aun en condiciones de aire o días nublados.
No solo podemos pescar a pez visto, los grillos de foam, así como algunas otras imitaciones con similares características, también nos dan la posibilidad de pescar al agua, rastreando con el, las orillas, debajo de la ramas, zonas de hierva, vegetación pegada al agua,o simplemente paseandolo por donde se nos ocurra a base de pequeñas recogidas intermitentes de la linea para hacer que nuestra imitación raye el agua sin demasiada brusquedad, intentando que sea solo la mosca la que produzca una pequeña estela sobre la superficie y lo menos posible, nuestro bajo de linea.
También me ha dado muy buenos resultados, pescando en zonas de bastante corriente, dando un golpe con el sobre la superficie o insectazo y dejándolo derivar aguas abajo sin perderle de vista. Esta técnica suele ser muy efectiva en ríos donde las poblaciones de barbos son abundantes y por las condiciones de luz, el color del agua o la profundidad a la que estén estos peces y no somos capaces de verlos bien, es entonces cuando tendremos que generar sus ataques llamando su atención de alguna manera.
Tres días después de haber estado en un tramo del río Alberche pescando barbos con unas moscas de foam y alas iridiscentes, decidí acercarme, pero esta vez a pasear mis grillos.
Grillos montados en goma eva negra |
Aunque el cauce del río estaba algo mas bajo, lo cual hacia que los barbos estuvieran mucho mas desconfiados y alerta, el aire me echo una mano dejándome acercarme a ellos lo suficiente para ponerles los grillos de foam delante.
Grillos que ellos no despreciaron, comiéndolos con total confianza, algunos con espectaculares ataques en superficie, otros persiguiéndolos río abajo después de haberlos oído caer y los mas gordos engulléndolos como si de caramelos se trataran.
Cada nuevo recodo del río era una nueva captura en algunos casos con carreras de estos colosos descolgándose por los chorros, sin importar lo estrechos que fueran o la fuerza del agua. Haciéndome bajar con ellos en un par de ocasiones mas de 50 metros aguas abajo a la carrera para que no me partieran el bajo con las piedras y poder cobrarlos en el momento en que decidieran parar su interminable carrera.
En concreto la pelea de este barbo de la fotografía de abajo, fue espectacular, con una arrancada aguas arriba que asomo el backing por el puntero, para después bajar a toda velocidad metiéndose entre todo lo que encontraba, intentando romperme el hilo por todo los medios, haciéndome bajar detrás de el sin forzar y sacando la linea de entre las piedras en zig zag por toda la poza mientras el seguía en su intento de zafarse del anzuelo como poseído por el diablo y sacando linea a trompicones.
Después de mas de 10 min peleando con el río abajo, río arriba, poniendo mi Orvis Hidros de linea 5 al limite para poder echarlo a tierra, el barbo, decidió entregarse, lo cual le agradecí enormemente, ya que empezaba a hacer mella en mi muñeca y el sudor empezaba a caerme a chorros por la frente bajo el Madrileño sol de agosto.
Después de quitarle el anzuelo y hacerle unas fotos lo solté sin oxigenación previa ni nada, salio como un rayo casi sin darme tiempo a verlo y empapándome de agua la cara y las gafas, lo cual me provoco una grata sensación refrescante.
Ahora no queda mas remedio que montar e ir reponiendo de estos insectos, ya que al final del día quedaron todos echos un desastre tras las embestidas y peleas de estos peces, los cuales mostraron una gran apetencia por estas imitaciones, así que, mayor motivo para hacer un buen numero de ellos y alojarlos en mis cajas de moscas para futuras incursiones barberas, hasta que llegue el tiempo de las hormigas de ala o aludas con las primeras lluvias del otoño.
Grillos en foam y goma eva |
J. Peña
Buen blog que no conocía, ademas una buena entrada de barbos, estaremos atentos a nuevas entregas.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias Carlos, un placer tenerte por aquí.
ResponderEliminarUn saludo y buena pesca!