viernes, 13 de julio de 2012

Barbos a Mosca desde KayaK

Hace ya algunas temporadas y como siempre en busca de nuevas sensaciones en esto de la pesca a mosca, mi buen amigo y compañero de pesca Kike, y yo, decidimos comprar un kayak para pescar desde el, en uno de nuestros embalses favoritos de la comunidad de Madrid.

Calma al amanecer y aguas como un espejo.


Como ya habíamos tenido algún contacto en este tipo de pesca, optamos por elegir uno doble, ya que es muy importante para pescar, que uno guie la embarcación mientras el otro esta preparado para poner la mosca lo más rápido posible ante cualquier señal de estos ciprinidos, además de ir buscándolos por la orillas o floreados por en medio del embalse.
La pesca desde kayak tiene una dificultad añadida y es que vamos en un ángulo muy bajo, casi a ras de agua, lo cual limita bastante nuestra visión para localizar los barbos, pero también tiene una ventaja y es que los peces casi no se asustan de nuestra presencia si somos sigilosos remando, eso nos da cierta facilidad a la hora de repetir lances al mismo pez o acercarnos mucho a ellos si nos hiciera falta. Ademas de esto tiene un encanto especial, deslizarse por las aguas al amanecer en total silencio, en busca de alguna señal que delate a estos peces para ponerle la mosca seca delante, y como no sin duda aquello de poder pasar a pescar, a la orilla de enfrente, creo que esto es algo que a todos los pescadores nos seduce sobremanera


Acechando barbos desde el kayak
Cuando pescamos barbos desde kayak tenemos varias posibilidades en función de las condiciones que nos encontremos, normalmente cuando llegamos por la mañana temprano nuestra visión es bastante mala, ya que al no haber salido el sol, la superficie estará como un espejo impidiéndonos ver debajo de ella con nuestras gafas polarizadas. En estos momentos podemos optar por pescar al agua, con un bajo bastante largo, lanzaremos desde la barca, para poner nuestra mosca en tierra o lo más cerca posible de la orilla, debajo de unas ramas etc... Para que recogiendo con la mano, podamos rayar la mosca de manera sutil e intermitente, para simular un insecto que se ha caído al agua o ha sido arrastrado por el viento, de esta manera las picadas se convierten en ataques al más puro estilo de los Robalos o los Black Bass y en persecuciones por debajo del insecto hasta tomarlo súbitamente recordando el comportamiento de los famosos Red fish.

Barbo pescado al agua, rayando la mosca un día de aire y nublado de nula visibilidad
Otra Opción es acecharlos por las orillas en busca de cualquier señal que denote su presencia, bien sea por alguna ceba, o dejándose ver por las aletas o la cola cuando van paseando en poca agua  o están removiendo el fondo en busca de alimento, como si de Bone fish se trataran. Para esto es fundamental que vayamos paralelos a la orilla con el kayak a unos 10 o 12 metros lo más lento posible y fijarnos muy bien en las puntas de las aletas o la cola para intuir en qué dirección están y no ponerles la mosca en la cola, si no delante del morro para no asustarlos y obtener unos buenos resultados. Si el barbo esta un poco fondeado o mirando hacia abajo podemos precipitar un poco con nuestro bajo para que nuestra imitación golpee el agua para emular el golpe de un insecto descontrolado que cae sobre la superficie.

Bajo unas ramas y con gran agresividad entro este bonito barbo a un minipoper en aguas madrileñas
Pero sin duda una de las opciones que mas nos gustan, una es la de acecharlos, siguiendolos  por el medio del embalse, cuando el agua esta totalmente en calma, es una sensación que aunque ni mucho menos es comparable, cuando tenemos la oportunidad de pescarlos en estas condiciones, uno recuerda los vídeos de Tarpon, en esos seguimientos al pez hasta ponerle la mosca delante, en este caso menos la especie a pescar,y los señuelos por lo demás el tipo de pesca es muy parecido, ya que visualizaremos el barbo e iremos en su dirección siguiendo sus apariciones en superficie para alimentarse hasta estar mas o menos a una distancia en la que podamos lanzarle con más o menos precisión, en esos momentos el barbo aparece y desaparece y ahí que ponerle la mosca delante lo más rápido posible en la mayoría de ocasiones intuyendo su dirección. Otros van paseando por la superficie a boca abierta engullendo todo lo que encuentran a su paso poniéndonoslo bastante mas fácil para localizarlos rápidamente y ponerles nuestra mosca con precisión delante del morro.



Una vez que el sol este bastante alto y hasta casi la caída de la tarde, no tendremos muchos problemas para localizarlos, ya que sus dorados cuerpos se ven en el agua como lingotes de oro en movimiento, patrullando las orillas en busca de alimento, preparándose ya para el duro invierno que aún tardará unos meses en llegar. Momento en el que estos peces quedan aletargados y paran su actividad hasta poco antes de la primavera de la temporada siguiente, donde volverán a obsequiarnos con su presencia.


Aquí podéis ver un Vídeo de Barbos a mosca desde Kayak acechándolos por el medio del embalse con tomadas en superficie, saltos y carreras rodeados por la naturaleza madrileña en un ambiente de paz y tranquilidad.

Texto: J. Peña
Fotos: J. Peña & E. Ramos.

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